En la boca se encuentran diversas bacterias que habitan de forma habitual. Algunas de ellas son inocuas o tienen relación con determinadas funciones corporales, mientras que otras son las responsables de que en los dientes se produzcan caries. Una mala higiene dental, así como el exceso de consumo de determinados alimentos, pueden hacer que proliferen estas bacterias, poniendo en peligro la salud de nuestros dientes.
Streptococcus mutans, las bacterias responsables de las caries
Las bacterias que más influencia tienen en el desarrollo de las caries son las Streptococcus mutans, que se transfieren de persona a persona y se fijan a los dientes y las encías, formando una película transparente conocida como placa dentobacteriana.
Cuando se tienen unos buenos hábitos de higiene y salud dental, el número de bacterias de este tipo es controlable y se puede impedir su proliferación. El problema viene cuando no se presta atención a las señales que indican que se están formando cúmulos de placa resistentes, que pueden dar lugar a las caries.
Evolución de las bacterias en la formación de caries
Las S. mutans utilizan los azúcares y otros hidratos de carbono para producir ácidos. Estos ácidos se producen cada vez que se come, y su ataque dura más o menos media hora. El esmalte de los dientes se expone a una desmineralización, aunque al principio no se aprecia ningún síntoma de caries.
A medida que avanza el efecto de las bacterias y sus ataques, se observan manchas blancas en los dientes, señal de que las bacterias se están fijando en él. Cuando la desmineralización del esmalte es importante, este se rompe y se forma un hueco, que es lo que habitualmente se conoce como caries. En este estado, solo un dentista puede tratar el problema. Consulta los tratamientos dentales, como la endodoncia en a sección correspondiente.
Factores que favorecen la proliferación de bacterias
Hay diversos factores que contribuyen a que el número de bacterias y sus ataques sea cada vez mayor, con el consiguiente aumento del riesgo. De todos ellos, un exceso de alimentos ricos en hidratos de carbono es el más habitual, aunque son los azúcares en general, y la sacarosa en particular, la que produce una mayor incidencia en el número de caries. Por ello, es importante controlar el consumo de dulces, bebidas azucaradas y bollería industrial.
La frecuencia de las comidas es otro factor de influencia en la proliferación de bacterias y ataques ácidos. Cuantas más veces se consuma algún alimento, mayor es el riesgo, ya que en cada ocasión las bacterias sintetizan los hidratos y producen ácidos. Por ello, es menos peligroso tomarse un refresco de una sola vez que ir bebiendo varios sorbos a loa largo de unas cuantas horas.
Los alimentos ricos en almidones como las patatas o el pan, tienen un mayor grado de adherencia y por tanto más riesgo de que favorezcan las caries.
También el modo en el que se toman los distintos alimentos puede hacer que las bacterias tengan mayor o menor actividad. Por ejemplo, si después de tomar patatas se come un pedazo de queso, los ácidos se neutralizan y hay menos peligro.
Pautas para prevenir el avance de las bacterias que provocan caries
No es posible eliminar la colonia de S. mutans que hay en nuestra boca, pues como hemos dicho, habitan en ella de forma natural. Sin embargo, si que se puede mantener bajo control su avance y evitar que afecten al esmalte. Las pautas que se recomiendan son bien conocidas, ya que se basan principalmente en mantener una buena higiene bucodental y una alimentación equilibrada.
Después de cada comida, tus dientes son más susceptibles a dañarse. Cepillarse los dientes en ese momento puede dañar el esmalte dental por la abrasión de las cerdas. Es recomendable esperar al menos una hora después de comer para cepillarse los dientes. También es necesario utilizar hilo dental, con el fin de eliminar aquellos restos de alimentos que se hayan quedado entre los dientes, así como los posibles depósitos de placa que se hayan formado.
El uso de productos con flúor como dentífricos o enjuagues ayuda a los dientes a fortalecer el esmalte. Con ello se previene el daño que producen los ataques ácidos de las bacterias.
Otro de los pasos imprescindibles es visitar al dentista al menos una vez al año para una revisión completa. Así, si se observan síntomas de que se está produciendo una caries, se pueden tomar medidas preventivas de cara a eliminar el exceso de placa bacteriana.
Por último, una alimentación adecuada es muy importante. Tanto en las comidas principales como entre horas, si se toma algún alimento hay que procurar tomar aquellos que favorecen la producción de saliva y reducen la acidez.
Las bacterias que producen caries forman parte del organismo. Pero es importante mantenerlas a raya para evitar problemas.