El tabaquismo es un hábito perjudicial para la salud que continúa estando muy presente en la población en general, sobre todo en los países en desarrollo. El consumo de tabaco se relaciona con una larga lista de enfermedades y alteraciones sistémicas, y entre ellas diversas que afectan a la salud oral.
El humo irrita las mucosas orales y la nicotina tiene efectos directos sobre las encías. Un claro ejemplo de esas alteraciones es el retraso en la cicatrización de heridas de la boca. Además, fumar puede producir mal aliento, por el olor en sí del tabaco y por variaciones de la microbiota bacteriana de la boca.
De todas formas, las principales enfermedades orales asociadas al consumo de tabaco y son la enfermedad periodontal y el cáncer oral.
Tabaco y enfermedad periodontal
El tabaco aumenta de 5 a 20 veces el riesgo de padecer una enfermedad periodontal. La característica típica de la enfermedad periodontal asociada al tabaco es la destrucción de los tejidos de soporte de los dientes, con los signos derivados de la pérdida de hueso, formación de bolsas periodontales y, ocasionalmente, pérdida dental.
Los fumadores con periodontitis responden menos favorablemente a los tratamientos periodontales, tanto no quirúrgicos como quirúrgicos, y no se aconsejan cirugías de tipo regenerativo y mucogingival.
Además, los fumadores tienen más riesgo de sufrir complicaciones con los implantes dentales, tanto a corto como a largo plazo.
Tabaco y cáncer oral
El tabaco junto con la ingestión de alcohol y ciertas deficiencias nutricionales de algunos micronutrientes son la principal causa de cáncer oral.
El tabaco contiene alrededor de más de 60 productos de combustión carcinogénicos con capacidad para unirse al ADN y alterarlo. Además, éste aumenta el estrés oxidativo
de los tejidos y, por lo tanto, la liberación de especies de radicales libres que dañan las proteínas, lípidos, carbohidratos y el mismo ADN.Los estudios demuestran que el riesgo de padecer cáncer oral en fumadores supera de tres a cinco veces a los no fumadores, que el efecto es dosis-dependiente y que esto se multiplica de forma dramática junto con la ingestión de alcohol.
Por lo tanto, es muy importante conocer cuales pueden ser los efectos del tabaco tanto en la salud bucodental como en la salud en general. Si se es fumador o se acaba de dejar de fumar, es muy recomendable acudir a su odontólogo de confianza para poder realizar un diagnostico completo del estado de su boca. Y así, poder realizar un tratamiento personalizado acorde con las necesidades de cada uno.
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