Hay quien piensa que los motivos por los que se necesita una ortodoncia son puramente estéticos. Es cierto que este tratamiento tiene mucho que ver con una mejor imagen, aunque también hay cuestiones de salud dental que lo hacen necesario. Hoy queremos explicar cuáles son algunas de las razones para hacerse una ortodoncia, sin importar la edad que se tenga.
Cuando se ha roto o perdido un diente
A veces un accidente o el avance de una caries afectan a la dentadura, provocando que un diente se pierda completo o en parte. Esta es más que una cuestión estética, ya que la falta de una pieza o parte de ella, hay un espacio en la dentadura en el que la placa se puede acumular. Si no se pone remedio a tiempo, esta acumulación puede afectar al resto de la boca.
Otro problema cuando los dientes no están completos es que se pueden quedar restos de comida entre ellos. El cepillado normal no puede eliminarlos, con los riesgos que ello supone para la salud de la boca y del resto del cuerpo.
Si falta de espacio en los dientes
Si la dentadura tiene los dientes apiñados, la falta de espacio impide realizar una correcta higiene dental. Si esto sucede, la boca se convierte en un foco de bacterias, que comienzan a producir sarro. Esto aumenta el riesgo de padecer enfermedades dentales muy graves, como la gingivitis o incluso una periodontitis.
Por lo tanto, otra de las razones por las que es necesaria una ortodoncia es evitar problemas de salud tanto en los dientes como en la encías.
En caso de que los dientes se tuerzan
Este problema puede aparecer cuando se caen los dientes de leche y crecen los nuevos. Las piezas tratan de hacerse hueco a medida que se desarrollan, y es posible que fuercen a las demás o crezcan de forma irregular. También es posible que debido a un golpe un diente se mueva, en principio sin que apenas de aprecie.
Los dientes torcidos afectan al modo de masticar, produciendo un desgaste irregular y también haciendo que se tuerzan todavía más. Se entra en un círculo vicioso en el que los dientes se tuercen con el movimiento al masticar, y este movimiento a su vez carga la dentadura de manera que la mordida es inadecuada.
Cuando se hace una ortodoncia e edad temprana, se puede guiar el crecimiento de los dientes. De este modo se mantienen en una posición correcta y mejora tanto la forma de masticar como de morder.
La sonrisa como factor de confianza
Cuando los dientes no están en buenas condiciones, a menudo afecta a la autoestima. Hay pacientes que no se atreven a sonreír por temor a no enseñar la dentadura, e incluso pueden llegar a surgir traumas psicológicos. En estos casos la ortodoncia funciona tanto como medida de salud corporal como emocional.
Someterse a una ortodoncia tiene efectos psicológicos positivos desde las primeras semanas. Al ir viendo como se corrige el problema, mejora la sensación de bienestar y poco a poco se va ganando autoestima. Cuando el tratamiento ha terminado, el miedo a sonreír ha desparecido porque se tiene una dentadura perfecta.
La ortodoncia favorece una correcta higiene bucodental
En ocasiones parece que no hay ningún problema que requiera un tratamiento de ortodoncia, pero se experimenta una sensación extraña después de la limpieza de los dientes. Por ejemplo, se nota que no se han eliminado bien los restos de comida. O empiezan a aparecer depósitos de placa, que demuestran que no hay una buena higiene bucodental.
En estos casos lo mejor es ponerse en manos de un profesional para que evalúe la situación. Es probable que se necesite una corrección para que la limpieza sea mejor. En caso de que no se atienda a tiempo, puede llevar a problemas más profundos, que requieran una intervención más agresiva.
Aumenta la vida de los dientes
Si no se pone remedio a tiempo, las encías debilitadas no ofrecen soporte a los dientes. En algunas ocasiones se pierden piezas solo por no contar con un buen agarre. La ortodoncia permite que la dentadura funcione adecuadamente y no se genere una sobrecarga que afecte a la salud de la encía. Unos diente bien alineados favorecen el cuidado de todos los tejidos, y como resultado la encía cumple mucho mejor con su función. Los dientes se mantienen fijos en su sitio durante mucho más tiempo, toda la vida si se cuidan bien.
La ortodoncia no duele
Aunque puede parecer curioso poner este punto como una de las razones para hacerse una ortodoncia, hemos querido destacarlo porque hay mucho mito alrededor de este tratamiento. Mucha gente tiene miedo a someterse a él porque piensan que es un proceso doloroso y complicado, con los tratamientos Invisalign ni siquiera notarán que utilizas ortodoncia. Lo cierto es que los tratamientos de ortodoncia están muy avanzados, y se conocen todos los problemas que pueden surgir al principio. De modo que en caso de que haya alguna molestia habremos dado instrucciones concretas para aliviarlas.
¿Cuándo se tiene que hacer una ortodoncia?
No existe una edad específica ni una pauta concreta acerca de cuándo se necesita un tratamiento. Lo recomendable es visitar regularmente al dentista para comprobar el estado de la dentadura. De este modo se evitan futuros problemas, además de poder corregirlos antes de que vayan a más. Puede que una ortodoncia correctora para enderezar un diente sea suficiente, mientras que dejarlo pasar puede causar problemas más severos que requieran un proceso más largo.