La prevención es nuestra mayor arma para mantener la salud general en las mejores condiciones. Igualmente sucede con nuestra boca. Las visitas regulares al dentista son imprescindibles, pero con frecuencia nos olvidamos que nosotros, en nuestra casa, podemos detectar precozmente posibles alteraciones de la salud gracias a la autoexploración.
Lo ideal es que la autoexploración la realicemos de forma periódica, con ella podemos detectar la aparición desde pequeñas afecciones a enfermedades graves, entre otras, el cáncer oral, cuyo tratamiento precoz es de vital importancia.
El cáncer oral podría aparecer como una lesión ulcerada, un nódulo, una herida, o una zona blanca y/o roja, sin relación con lesiones anteriores, y que no desaparecen o disminuyen en aproximadamente 15 días.
Debe quedar claro, pero, que en ningún caso esta práctica puede sustituir a las visitas periódicas a la clínica dental.
Hacer una autoexploración es fácil, rápido y no son necesarios instrumentos especiales. Una buena luz, un espejo, y un mango de un cubierto es suficiente.
Pasos para la autoexploración:
- Labios: frente al espejo mirarlos de cerca para poder descartar manchas, bultos, nódulos o lesiones que deberían alertarnos. Seguidamente, con la boca cerrada, doblarlos hacia fuera y observar el color del tejido interno que debe ser rosado y brillante.
- Mejillas: internamente, con la boca abierta y la ayuda de los dedos o el mango de una cuchara o tenedor comprobar color, aparición de lesiones o manchas. Mover hacia arriba y atrás, abajo y atrás para observar paredes y ángulos. Si hay ausencia de algún diente, es probable que haya una protuberancia en esa zona de la mejilla. No es alarmante, es una adaptación de la mucosa al hueco. Pueden percibirse también marcas de los dientes por culpa del mordisqueo o el apretamiento, se debe mostrar especial atención si se producen heridas que no curan, sangran o producen molestias.
- Paladar: se divide en 2, una parte más anterior con tonalidad rosada y una parte más posterior y móvil que finaliza en la campanilla y es más oscura. Se debe explorar lo mismo que en las anteriores, detecciones de cambios de color, nódulos o lesiones.
- Lengua: de color rosado y aspecto rugoso en el dorso. Comprobar la facilidad para moverla y detectar bultos o nódulos a través de la palpación. Mirar los laterales, sacando la lengua hacia izquierda y derecha y la parte inferior. Estas son más brillantes y húmedas. Para explorar bien la parte inferior basta con apoyar la punta de la lengua en el paladar. Comprobar que no existen lesiones, cambios de color ni protuberancias o zonas duras.
- Encías: de color rosado brillante, sin bultos ni manchas, no deben sangrar, tener movilidad ni doler al tacto, cepillado o espontáneamente.
- Dientes: revisar color, movilidad, lesiones como fisuras o fracturas y/o manchas, dolor o sensibilidades con el frío, la palpación o masticación.
Si percibimos cualquier alteración o cambio en el aspecto o forma habitual de cualquier estructura bucal, si aparecen molestias o simplemente tenemos alguna duda, lo mejor es acudir lo más pronto posible a nuestro odontólogo de confianza. Puedes llamar a nuestra clínica dental Mataró en el 93 741 40 06, para concertar tu visita y analizar el estado de tu boca. Nuestros dentistas te ayudarán a resolver cualquier problema dental de forma rápida y duradera.
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