El uso de implantes dentales para sustituir las piezas perdidas es una de las prácticas más habituales, tanto a nivel estético como de salud dental. Se integran de una forma tan natural con los demás tejidos, que apenas se nota que se llevan puestos. No obstante, para que los implantes estén sanos es necesario cuidarlos muy bien, como si se tratase de dientes naturales. Si esto no se hace, se puede perder tejido óseo, sufrir inflamación al rededor del implante y hasta infección. Para evitarlo, la higiene y otras prácticas saludables son muy necesarias.
Prácticas de higiene dental
Mantener una buena rutina de higiene es una de las prácticas más saludables para tener los implantes en perfectas condiciones. En realidad, estas no difieren de la limpieza de los dientes normales, de modo que el cepillado es la base de esta rutina.
Hay que cepillar todos los dientes 3 veces al día, después de cada comida. También los implantes, aunque tengas miedo de que estos se dañen. Sobre todo al principio, muchos pacientes piensan que los puntos y el material del implante pueden sufrir daños y no los cepillan con la suficiente intensidad. Utilizando un cepillo de cerdas suaves, no habrá ningún problema.
Para limpiar bien las zonas en las que el cepillo no llega, debes valerte de enjuagues e hilo dental que debe entrar en el espacio entre encía y el implante, que eliminan los restos entre los dientes. También puedes usar cepillos interdentales.
Alimentación saludable para mantener unos implantes sanos
Para tener tus implantes completamente sanos, debes cuidar adecuadamente tu alimentación. En realidad, no tendrás que hacer nada que no harías para cuidar la higiene bucal de tu dentadura natural. De modo que los consejos de alimentación sana son los mismos que si tuvieras todos los dientes:
- Reduce el consumo de dulces y azúcar al mínimo, para que no tengas caries.
- Toma alimentos ricos en vitaminas A y D. Además de minerales como el calcio y el fósforo, esenciales para el cuidado de los tejidos bucales. Los carbohidratos complejos como las patatas o el arroz son esenciales.
- Las vitaminas C y E también son muy necesarias porque fortalecen las mucosas y cuidan el buen estado de las encías, que son los cimientos sobre los que se sujetan tus implantes.
- Comer verduras fibrosas ayudan a que tu boca produzca saliva, un protector natural contra la caries que además arrastra los restos de comida que se quedan en los dientes. También se neutraliza el ácido que ataca el esmalte. Así que, si quieres picar algo sano entre horas, come tallos de apio o zanahoria.
- Para cubrir las necesidades de calcio que tienen tus dientes y fortalecer los huesos en los que se fijan los implantes, toma lácteos como el yogur, el queso o la leche. El yogur es mejor que sea natural y no con sabores, ya que tienen un aporte de azúcares mayor.
- Reduce bebidas como el café o el té, ya que pueden machar tus implantes. Y aunque se trate de algo estético, unos dientes con manchas no tienen aspecto saludable. El alcohol también debe estar controlado si quieres mantener los implantes en buenas condiciones.
La práctica más saludable: consulta siempre con tu dentista
Siempre que tengas una duda acerca de cómo cuidar tus implantes, lo mejor es que hables con el profesional que se ha encargado de ponerlos. Tu dentista conoce mejor que nadie cómo son tus implantes y por tanto puede darte la orientación que necesitas sobre cómo mantenerlos los más sanos posible.
